Pesadillas, traumas y miedos que amenazan con reaparecer.
Nada de esto tiene sentido, vivo aferrada a un pasado
borroso.
Un interés desaparecido, y una chispa extinta contaminan lo
que queda de mí.
No soy más que un fantasma respirando. Una mesa coja que ocupa
espacio.
Mi presencia no es más que un lapso de tiempo que se
evapora.
Y al igual que el humo soy olvidada.
Me aferro a la idea de lo que podría ser si pudiera ser como
los demás.
Me estanco y me hundo más en mi realidad.
No soy importante.
No soy indispensable.
No soy irreemplazable.
No soy la protagonista de mi propia historia.
Nunca seré suficiente, es una verdad que me cuesta digerir.
No puedo perfeccionarme, soy un espejo roto de una imagen
que no se distingue.
Y me aterra, me aterra estar a solas conmigo misma porque la
verdad grita.
Y entre risas me confiesa que mi historia va a terminar en
tragedia.
Ya ni siquiera en mis sueños puedo descansar,
Todas son pesadillas que me recuerdan mis peores traumas
Realidades alternativas donde todo se revela de manera
directa.
Estoy exhausta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario