domingo, 20 de agosto de 2017

Posdata

Ciclos y palabras claves que retundan en mi cabeza una y otra vez.
Pesadillas, traumas y miedos que amenazan con reaparecer.
Nada de esto tiene sentido, vivo aferrada a un pasado borroso.
Un interés desaparecido, y una chispa extinta contaminan lo que queda de mí.
No soy más que un fantasma respirando. Una mesa coja que ocupa espacio.
Mi presencia no es más que un lapso de tiempo que se evapora.
Y al igual que el humo soy olvidada.
Me aferro a la idea de lo que podría ser si pudiera ser como los demás.
Me estanco y me hundo más en mi realidad.
No soy importante.
No soy indispensable.
No soy irreemplazable.
No soy la protagonista de mi propia historia.
Nunca seré suficiente, es una verdad que me cuesta digerir.
No puedo perfeccionarme, soy un espejo roto de una imagen que no se distingue.
Y me aterra, me aterra estar a solas conmigo misma porque la verdad grita.
Y entre risas me confiesa que mi historia va a terminar en tragedia.
Ya ni siquiera en mis sueños puedo descansar,
Todas son pesadillas que me recuerdan mis peores traumas
Realidades alternativas donde todo se revela de manera directa.

Estoy exhausta.