Me
encuentro vacía y rota una vez más, no sé qué me hace falta para dejar de lado
estos sentimientos, me aturde la inestabilidad, no encuentro acomodo de ninguna
manera y ningún apoyo en alguna persona. Todos se han convertido en fantasmas y
sus consejos no son más de mi ayuda.
Existo solo a través de las palabras y a veces me pregunto ¿Dónde
han de parar mis pensamientos escritos? ¿Qué gano con plasmarlo en papel?
¿Acaso esto disminuye el dolor o cambia mi posición?
Y son estos pensamientos los que me hunden cada vez un poco más.
No quiero tocar fondo, he prometido mejorar pero mi alma está
muerta. Me lastima admitirlo pero no tengo nada que ofrecer a este mundo y este
mundo no tiene nada que ofrecerme tampoco.
Todo me resulta imposible, inalcanzable o vacío.
Mi propia existencia me pesa como una roca que incrementa su
tamaño al pasar del día, mi propia existencia me parece absurda porque a pesar
de que cambie mi escenario la situación seguirá siendo la misma, y eso al igual
que mi desgano nunca ha de cambiar.