martes, 15 de marzo de 2016

Salvación


Entonces los hombres se mantienen fieles a la fe que promueven.
Y, con un canto se sublevan a su mínima expresión. Así ha sido durante siglos así lo ha ordenado la creación.
Entre escombros se han arrastrado, y al cielo gritaron sus últimas suplicas pero este sordo al dolor se cubre en indiferencia justificando su negligencia como un acto de sabiduría que muchos sabrían aceptar. Muchas son las personas que no cuestionan, que no se atreven a preguntar, solo aceptan una verdad que les enseñaron era absoluta.
Pero... ¿qué es la verdad entonces?
La verdad no es una creencia, la verdad no es una respuesta, la verdad no es algo que se alcanza. La verdad, la verdad es una búsqueda, nunca para, nunca se desenlaza, solo evoluciona.
Somos incapaces de evolucionar con ella, nos aferramos a nuestras leyes teológicas, nuestras leyes naturales, leyes personales, convencionales y demás. Es por esto que nos mantenemos lentos ante el progreso y necios hacia el dolor.
Siendo así, ¿qué nos mantiene creyendo?
La esperanza.
A un líder que ofrece soluciones se le entrega diplomacia, pero a un líder que ofrece esperanza se le entrega veneración.
Las personas necesitan creer en algo, eso los justifica, los salva, los protege, les ofrece soluciones.
Las atrocidades que han causado de repente son acogidas con amor, de repente, son perdonados. Sin embargo cuando se vuelven contra los suyos se olvidan del perdón.
Cuando fallan basta una plegaria para redimirse y si alguien trata de redimirse hacia uno de los suyos no hay plegaria alguna que los haga recapacitar.
En la necesidad esperaran ser socorridos pero nunca socorrerán al que está en necesidad.
Quieren ser entendidos e impunes al juicio del hombre, pero su boca estalla en objeciones hacia los demás.
Es un ciclo en el que quieren ser atendidos sin atender a los demás.
Hacer una referencia global seria encerrar rasgos detallados de toda una población, es erróneo sugerir que lo que puede o no ser cierto, sea absoluto.
Esta esperanza que es entregada les ofrece una luz, una salida, o tal vez una manera más concebible de poder vivir. Detalles poderosos e influyentes en cualquier contexto. Es por esto que es utilizado como un medio de convencimiento, y que pasa cuando alguien se rehúsa a tal medio o se olvida de la esperanza? Utilizan un sustituto tan poderoso como la misma, hablo del miedo, de las consecuencias, del castigo que conlleva su desaprobación. El miedo controla, rige, priva, establece un orden. Es el arma perfecta puesto que no se puede luchar contra algo que no es material, al menos no con una mentalidad maleable y susceptible. Algunos ni siquiera quieren luchar y se someten de manera voluntaria a un castigo auto-inducido, pues dichas leyes establecidas de "perfección" los hace odiarse a un nivel extrafísico y es esta devoción lo que los arrastra a profundidades incluso más oscuras de las que pretenden salir.
Todo esto por esperanza, pero, ¿esperanza en qué?
Salvación.
Prefieren convertir sus vidas en un largo servicio devoto y temeroso privado de albedrío, de elecciones, de opinión, de voluntad para ganar una vida eterna donde seguirán sirviendo infinitamente. Quieren ser salvados de sí mismos, de los suyos, de sus propias decisiones y acciones, por eso les resulta más practico depender y esa dependencia los ha movido mundialmente para imponer lo que definirían ellos como exacto. Y que pasa si al momento de imponer, las personas no sucumben hacia la esperanza ni hacia el miedo...entonces sucumbirán al castigo. Porque aquellos que están a la cabeza están cegados por su propia creencia por su propia ley y todo aquel que no se arrodille representa una amenaza, una abominación. Y es así como manchan sus palabras de paz con sangre.
En otros casos simplemente no les conviene, va más allá de lo que ellos defienden, no quieren perder credibilidad por que al hacerlo pierden poder, su poder sobre la gente.
En otros términos generalizados la promesa de la esperanza nos controla, nos mueve en direcciones opuestas. La misma esperanza nos hace caer en desesperación, no existe una sin la otra, al igual que todo lo que representa equilibrio.
Los que tienen la libertad para cuestionar son los que tienen la oportunidad de liberar su espíritu.
La misma creencia promueve una fe ajena a nosotros como individuos, promueve una inferioridad, y tal vez, si seamos inferiores al acordar darle tal importancia.


Promueve una lucha donde se enfrenta una misma ideológica. ¿Por qué? Por el deseo de prevalecer.